Alejandro Cremades, enfermero de Salud Pública: «En vacunación, la comunicación y cómo transmitimos las enfermeras la información es clave»

/COMUNICAE/

El Hotel Arima de San Sebastián acogió en la tarde noche de ayer la jornada «¿Cómo vacunamos las enfermeras a la población adulta?», a la que asistieron, tanto de manera presencial como online 200 profesionales enfermeras, en su mayoría de Atención Primaria

El encuentro, organizado por la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC, en colaboración con el Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI), GSK y Bimédica, contó como ponentes con Rosa Sancho, vicepresidenta de ANENVAC y responsable de la Comisión de Vacunación del COEGI; y Alejandro Cremades, enfermero de Salud Pública en Alicante.

Durante el encuentro, se trataron aspectos prácticos de la vacunación de las personas adultas, se abordó la importancia de la comunicación enfermera-paciente y se presentó el Manual Práctico de Enfermería y Vacunas, editado por ANENVAC, «hecho por enfermeras y dirigido a enfermeras», tal y como subrayó Rosa Sancho.

Durante su intervención, Sancho incidió en la importancia de que la información llegue adecuadamente tanto a las enfermeras (campañas, qué se va a vacunar, cómo y a qué población), como a la ciudadanía.  En este sentido, animó a las enfermeras asistentes a tener «una visión global» y aprovechar las visitas de pacientes a la consulta de enfermería para revisar su situación vacunal. En vacunación, dijo, «es fundamental revisar, valorar, recomendar y vacunar, porque el calendario de vacunación del adulto va más allá de la gripe y el covid«, en referencia a otras vacunas como la del Herpes Zóster, Neumococo, Tétanos, Sarampión, etc.

Asimismo, recordó que toda la población mayor de 65 años en Euskadi es ahora candidata a ser vacunada de herpes zóster «y deberíamos realizar esa recomendación, máxime cuando no hay patologías que la contraindiquen», recordando que la pauta son dos dosis con un intervalo mínimo de dos meses y que también se puede vacunar a los pacientes que no hayan pasado la varicela, entre otros aspectos.

Durante su intervención, Rosa Sancho expuso diversos casos prácticos y ejemplos, así como recomendaciones incidiendo en que «cualquier momento es bueno para realizar recomendaciones con respecto a la vacunación tanto en consulta a demanda, como en control del paciente crónico, visita domiciliaria o especializada, etc.».

La comunicación, clave en vacunación
Por su parte, Alejandro Cremades, enfermero de Salud Pública, abordó en su intervención las claves en la comunicación enfermera-paciente subrayando que «mi principal interés es que la gente sana siga estándolo y contribuya así, a reforzar la protección colectiva».  En el caso de la vacunación de la población adulta, especialmente, «la comunicación y cómo transmitimos las enfermeras la información es clave, teniendo en cuenta que muchas veces son pacientes sanos y tenemos que impulsar los conceptos de prevención y promoción, para que sigan estando sanos«, dijo.

Que esa comunicación resulte efectiva depende de múltiples factores, recordó Cremades: «tanto de nuestra actitud –cómo decimos las cosas tiene tanto o más impacto que qué decimos-, como de la emoción a la hora de transmitir el mensaje. Además, hay que tener en cuenta el perfil del receptor que tenemos ante nosotros para adecuar el mensaje, que debe ser individualizado en función de cada paciente».

El enfermero se refirió asimismo a la importancia de la comunicación no verbal: «No olvidéis lo que decís o no decís con la cara que ponéis. Sed cuidadosas con el lenguaje no verbal porque si queremos generar confianza con el paciente tenemos que acercarnos a él y además que sepa que le estamos escuchando». Cremades subrayó en este sentido la importancia de que la comunicación sea bidireccional en las vacunas, además, «con un lenguaje natural por nuestra parte que se adapte a quien lo recibe».

El enfermero de Salud Pública concluyó subrayando que «la clave está en la confianza en la fuente de información, a veces incluso más importante que la propia información. Por ello es importante ‘mimar’ la relación de confianza con los pacientes«.

Fuente Comunicae

Valora este artículo. Gracias!